Esta es una carta de cumpleaños para cumpleañeros que olvidaron creer en los cumpleaños.
Porque yo también pienso, cuando tiendo a la tristeza, que festejar un cumpleaños es el colmo del egocentrismo. Cuando pasa esto, me digo que dejaré de contar los años. Que no hay nada más ridículo y bochornoso.
¿Quién quiere ir descontando los años de una vida?
Nadie. O eso creo.
Sí, esas cosas pienso cuando mi humor se inclina a la tristeza, supongo que es algo inevitable, es decir, los cambios de humor y todo eso.
Volvamos a los cumpleaños. El día de tu nacimiento.
Escucha. Antes, cuando los humanos vivían en cuevas y todos los días su vida corría el peligro de terminar; cuando se codeaban con bestias salvajes de inmensos tamaños; cuando se tenía que correr por el alimento. En aquel tiempo los cumpleaños se celebraban no por los regalos. Se celebraran por el orgullo de haber sobrevivido un día más, un año más de burlar a la muerte.*
*Esta historia no me consta. Quizá mis datos científicos acerca de la era mesozoica puedan estar equivocados.
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