No me refiero al tiempo como cuando preguntas, ¿cómo estará el tiempo hoy? Es decir, el tiempo meteorológico. No ese tiempo.
El otro.
El de las horas y los minutos, el del calendario gregoriano.
El del reloj de sol, o el de arena.
Pero no quiero ir tan lejos, quiero entrar en contexto, para estar en el presente. Porque ahora en realidad el tiempo lo sabemos por el teléfono, relojes inteligentes, y unos más clásicos que siguen siendo utilizados, los relojes mecánicos y los de cuarzo.
Pero no quiero hablar de relojes.
En realidad lo que me interesa del tiempo son sus características.
Cómo fluye. Cómo lo percibimos.
Como cuando en ocasiones podemos sentir que el tiempo se estira al punto de sentir que llevamos horas cuando en realidad han pasado minutos, o al contrario, minutos pueden parecer horas.
Entonces eso, en específico, me gustaría averiguar. Cómo dilatar, o contraer el tiempo.
Esta característica. Y así sentir que puedo huir o refugiarme.
Se dice que en el espacio exterior el tiempo fluye de distinta manera.
Einstein dijo que el tiempo es relativo.
Así encontrar la forma de relativizarme. Poder, pues, exentarme de las reglas.
Pero es mucha filosofía y mejor vuelvo a los hechos. Que suceden, sucedieron o sucederán en el tiempo.
El tiempo es eso. No hay otra forma. Y dentro de él están todas las cosas y todas la acciones.
Una forma de viajar en el tiempo es a través de la memoria. Podemos ser jóvenes de nuevo; ver con cariño esos recuerdos atesorados, algún detalle minúsculo que tuvo gran impacto en nosotros. Es una forma de disfrute. El tiempo es placentero, qué no. Con él se construyen todas las cosas. Todo. De él sacamos nuestro tiempo perdido, guiño.
Y una canción que me lo recuerda: https://www.youtube.com/watch?v=MAeUMjMb8Rg
*Foto de Ales Krivec en Unsplash