•Foto de Christine Roy en Unsplash
Me refiero a… Pero antes quiero aclarar que quizá la palabra adecuada no sea inconveniencia, quizá sea otra, pero por el momento, y como no hay nadie que me exija, utilizaré esta.
Entonces, la inconveniencia de la vida es, o al menos una de ella, es la de ser joven y no tener dinero y trabajar para llegar a una edad más adulta donde sí lo tienes pero ya no tienes la misma juventud.
Y el dilema es ese. Pasar la juventud trabajando. O aprovechar la juventud para hacer cosas pero sin el dinero suficiente.
Te preguntas ¿qué cosas?
Viajar pero sin pagar hoteles con todo incluido. Sin comprarte caprichos cada vez que se te antoje. O simple y sencillamente pasar el día tomando el sol.
Ese tipo de cosas.
No sé, quizá le dé muchas vueltas al asunto. Quizá pienso demasiado, cuando en realidad la vida sea más sencilla.
Quizá unos dirán que siempre puedes ser joven y trabajar en algo que te apasione y todo eso pero ¿cómo te digo? Qué tal si no tienes nada. Nada que nos apasione, nada que nos haga esperar con ansias el amanecer.
Pero no quiero ser pesimista.
Tuve un vecino que se fue a vivir a otro estado. Pero en una ocasión me dijo que su padre, antes de morir, le dijo que la vida era buena. El señor manejaba un taxi, y era obeso. Pero quiero creer que sí, que la vida, a pesar de todo, es buena y que solamente hay que vivirla y aprovechar las oportunidades que ella nos presenta y que eventualmente todos nuestros anhelos se realizarán.
Espero.
Mientras tanto supongo que debemos en nuestra juventud trabajar, lo más que se pueda, para que aquello que deseamos (libertad financiera) llegue más rápido.
Pero de ahí en fuera la verdad es que la vida es tan distinta para todos y las conclusiones que cada uno saca de ella también, por ello que cada quién haga lo que quiera.
Todo tiene sus ventajas y desventajas, así que, no hoy una opción correcta, nunca.
Ya lo dije en alguna otra entrada de esta web.